Muchos armados no se sabe cuantos llegaron a un sitio de la GUAJIRA , hace bastantes años en esta pelea murió el esposo de una joven y bella wayuu, ella nunca entendió por que lo mataron.
Su malicia y el querer saber quien mato al compañero que ella escogió para compartir su vida, la llevó a rastrear los pasos dejados por los paramilitares , de paso en paso, identificar plenamente quien comandó el hecho.
La paciencia la llevo a trabajar un plan para acercarse al jefe militar .El sin saber nada de la joven wayuu , llevado por su belleza se dejo enamorar. Alguna vez se encontraron en una fiesta, los dos bailaban al ritmo de la música, ella sin que él lo sintiera lo desarmó y con su misma arma le disparó con furia hasta acabar con su vida. Pudo más el olor a mujer
Fue, dicen los Wayuú que conocieron el drama de la bella joven, “un acto heroico de honor y justicia”.Pero el destino se lo debolvio por que después ella cayó asesinada en una de las masacres cometidas por los paramilitares en la vía a La Majayura, en Maicao. Se vengaron. Antes de asesinarla con sevicia la violaron y la torturaron.
Este es uno de los tantos testimonios que conoció Karmen Ramírez Boscán, otra mujer Wayuú víctima de los actos violentos de los paramilitares, a quien le tocó huir a tierras extrañas para preservar su vida, pero lo más importante para denunciar tanto horror
Para Karmen Ramírez Boscán las mujeres indígenas de toda Colombia han emprendido una labor tanto difícil como peligrosa, pero al mismo tiempo valiente, y afirma que ellas
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